Con la vista puesta en el muro y en el diseño de la megacárcel para deportados, Tom Homan, Zar fronterizo del Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió ayer de la inminente expulsión masiva de migrantes.
“No nos pongan a prueba. La nación quiere un país seguro. Es hora de hacerlo, manos a la obra”, advirtió Homan en su visita a Eagle Pass, Texas.
Ahí, supervisó la instalación y reforzamiento del muro fronterizo y, además, le ofrecieron una mayor cantidad de tierras para construir los centros de encarcelamiento de indocumentados.
En un discurso acompañado del Gobernador de Texas, Greg Abbott -un firme político republicano antimigrante-, Homan remarcó los planes de la nueva Administración federal, que asume el próximo 20 de enero, de realizar la operación de deportaciones más grande en la historia de Estados Unidos.
“Déjenme ser claro”, dijo. “Habrá una deportación masiva porque acabamos de terminar una crisis masiva de migración ilegal en la frontera.
“Cualquiera podrá ver que nueve de cada 10 personas que solicitan asilo terminarán con una orden de deportación”.
El Zar recorrió la frontera con Abbott antes de hablar con los soldados y policías estatales que han sido enviados a Eagle Pass para la Operación Estrella Solitaria, desplegada por el Gobierno texano.
“El Gobernador de Texas ha hecho un trabajo increíble en materia de migración, ha bajado un 86 por ciento (los cruces)”, señaló Homan.
“Éste es un modelo que podemos aplicar en el país”.
Sobre el terreno adicional para los centros de encarcelamiento, la Comisionada de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, anunció que su oficina está identificando propiedades que estarán listas para cuando asuma el Gobierno de Trump.
“Tenemos más de 5.2 millones de hectáreas en todo el Estado, y si hay algo que satisfaga las necesidades de la Administración federal, queremos que puedan utilizarlo”, dijo Buckingham al medio texano Tribune.
La semana pasada, Texas ofreció 600 hectáreas a Trump para construir centros de encarcelamiento.
Abbott aprovechó la jornada para criticar al Gobierno saliente del demócrata Joe Biden.
“Lo que ocurrió en los últimos cuatro años no tiene precedentes”, afirmó el Gobernador. “Más de 11 millones de personas cruzaron nuestra frontera ilegalmente.
“No se trata sólo del volumen de personas, sino de la intensidad, la delincuencia y el daño que nos causaron en el camino”, añadió.